El Ghibli - rivista online di letteratura della migrazione
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cuando suene el azul ...
pablo urquiza
Cuando suene el azul
vestigio de la aurora
y piense el corazón
en la reciente llama
de un cuarto de París
su encuentro con la sombra,
tal vez la brisa asome
de amapola a redirle
un soplo en pleno barrio
de blancos panaderos
enviados de las Chacras
por mantener el vuelo.
La tarde fiel entonces
irá a llenar sus baldes
de círculos de aljibe
allá donde Germania
en una esquina verde
confunde río y nubes,
cañaveral y urracas.
Entibiarán los mates
recuerdos en las manos,
y de la mesa las migas
de un último pan criollo,
sobre el umbral, jugando,
dibujarán collares
de algarabía y rondas
para los gorriones de aquél
y de este cielo.
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infelices los pasos ...
pablo urquiza
infelices los pasos en la casa
a solo polvo hablando las baldosas
me he tomado cuatro veces mate
me he mirado sin en el espero
cifrado el rostro cada pelo boca estreñimiento
no había dos para cerrar la puerta
no había tres para guardarme en uno
no había ni cinco para vino
y en cuatro patas bajo la cama
el futuro perro
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entresilencios
pablo urquiza
Porque soy de esas mañanas que desgarran
la suma de los vientos en lo alto
y descienden verticales por la cruz
a la hoguera de los no deshabitados
quieres palabras (el día las destruye)
yo quiero darme (el árbol coge sueños)
la sombra de una hoja en esas nubes.
No puedo verme en esos ojos que todo lo distraen,
lluvia mujer sol y gris de abril que estira un canto,
un páramo que tras la voz desaparece llama
-es un espectro- va el traje maquillado y la sonrisa-
tiene el rostro de un dios -alguien se cruza-
o te comparte -es la infinitud de la nostalgia.
Porque soy de esas mañanas que desgarran
la suma olvidada de los vientos
quiero palabras (el día está contigo)
tú quieres darte
la sombra de una hoja en esos sueños.
En el sereno cuaderno de la paloma y la muerte,
en el deseado retiro de la uva y el pez,
con la sed de las rosas en tu nombre me persigno.
Un árbol como nubes -tu recuerdo- me cobija.
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