El banco se ha movido
ayyyy, he caído sobre las hojas amarillas
de este otoño no percibido.
Aligi recitaba poesías,
Fiore corría detrás del viento.
Las ideas en el vórtice
Aligi me ha abierto el cráneo,
ha arrojado mis pensamientos
directamente sobre la cara de Fiore.
Se ha abierto el espacio inmenso,
el infinito nos ha tragado.
No podríamos dejar de reírnos.
Luego las puertas cerradas,
candados cerrados,
la voz de Aligi sorda,
el vuelo de Fiore quebrado.
Las calles muy iluminadas,
personas llamativas,
piernas resplandecientes,
hombros adornados,
sonrisas obligadas,
hipocresías en las murallas.
Y nosotros en la luz diferente,
fuera de la ciudad,
lejos de nuestras falsedades.
Elvira Mujcic nace en 1980 en Loznica, una ciudad de frontera entre Serbia y Bosnia, pero ha vivido en Srebrenica hasta 1992 cuando, debido a la guerra, se ve obligada a escapar con la madre y sus dos hermanos, a otra ciudad bosníaca, donde se queda por seis meses. Luego se refugia en Croacia, en un campo para prófugos hasta que, en agosto de 1993, llega a Italia gracias a un proyecto humanitario. Durante cinco años vive en un pueblo en provincia de Brescia, donde frecuenta un liceo lingüístico y, después del diploma secundario, se titula en lenguas y literatura extranjera en la Universidad Católica de Milán. Vive en Roma.